Especialmente si no lo comparten con más círculos la pareja se convierte en el único espacio en el que desahogarse, buscar apoyo, pero también volcar frustraciones o enfados, lo cual puede dar lugar a crisis que incluso deriven en ruptura. Sara vivió la consecuencia de ese desgaste y se separó de su marido; ahora se llevan bien pero él no desea ser padre.
Ahí ya la relación de pareja estaba súper deteriorada. Yo estaba con una depresión grande, aunque todavía no lo había reconocido. Y bueno pues nos meten en la lista, y nos dicen que bueno, pues que como ya habíamos hecho las relaciones programadas en privado que somos candidatos a inseminación artificial. En el mes de junio empezamos el tratamiento, esto ya sí que lleva una estimulación con pinchazos.
En el transcurso de ese tratamiento nosotros teníamos peleas día sí, día no. Él me dice, porque además es que es muy duro porque él me decía cosas que yo ahora lo recuerdo como cosas muy bonitas pero que en aquel momento me parecían odiosas. Me decía, muchas veces además, “que él no necesitaba tener un niño, que él conmigo tenía bastante”, pero yo le decía que es que yo con él no tenía bastante, que yo quería tener ese niño, entonces era como si él no fuera participe, yo quería que ... Yo estaba con tanta pena y quería que hubiera ese duelo a mi alrededor, que ahora me doy cuenta que era una cosa totalmente equivocada, pero es que yo vivía en un permanente duelo. Entonces bueno ahí tuvimos una discusión grande, él me dijo que mira, que es mejor que lo dejáramos un tiempo, yo le dije si lo íbamos a dejar en medio del tratamiento que se olvidara para siempre de mí, que no me podía hacer eso. El tratamiento nos lo hicimos al final, salió mal, pero la pareja se rompió, y dije ... él dijo que necesitaba un tiempo, que necesitaba respirar y todo eso, y yo no era capaz de perdonarle que tirara la toalla en ese momento, o sea, era una cosa que para mí era una prioridad tan grande, para mí era una prioridad tan grande, que el hecho de que él abandonara el barco en ese momento, era como “no, no ... sigue el viaje sin mí”. Y para él era lo contrario, para él la prioridad era salir de ese círculo en el que estábamos metidos. Entonces bueno, pues ahí la relación acabó. Hoy por hoy nosotros somos súper amigos, yo me apoyo mucho, mucho en él, pero es verdad que no ... no conseguimos remontar.
Me da mucha pena porque dice que le quité las ganas de ser padre y él hubiera sido un padre ... vamos. Y todavía está a tiempo de serlo. Y yo no creo que ... que no lo sea. Pero me lo dice, me dice algunas veces eso ... dice “se me quitaron las ganas”. Y sería un padre estupendo.