De la misma forma Eduardo cuando conoció a Bea supo de su enfermedad y las implicaciones que podría tener para reproducirse.
M: Es que él me conoció, nos conocimos en la facultad, y él cuando me conoció, me conoció con un cólico nefrítico mío, porque bueno, pues lo típico, pues como vivíamos cerca pues yo lo subía en coche. Pues nada, pues subíamos y bajábamos en coche y tal y claro a mí me dió un cólico nefrítico y a me dió de los fuertes, entonces ahí ya fue ya cuando le dije “no, es que yo tengo Poliquistosis Renal, de vez en cuando tengo algún cólico y tal” y ya fue cuando le expliqué todo. O sea que ya él cuando me conoció ya se gozó ...
E: Pero luego las implicaciones que tenía de cara a la maternidad o a la paternidad, bueno, pues saber que igual no habría la posibilidad de tenerlos digamos biológicamente, eso también ¿cómo lo hablaron?
H: No, se habló bien y yo desde siempre le dije que no había ningún problema. Yo le planteé que la adopción no habría ningún problema, era una opción que yo, yo fui más ..., yo creo que fui el que lo planteé desde un principio, que la parte adopción no había ningún problema.
M: Sí, él siempre fue más, más, más, más abierto, ¿sabes?, a la adopción. Porque hombre siempre una mujer siempre intenta, pues lo típico, pues hombre pues sí, pues siempre intenta pues tenerlo biológico al principio, ¿no? Pero bueno, muy bien.