El criterio económico es en muchas ocasiones uno de los que plantea el límite de tratamientos. Ver Parar. Un ejemplo claro es el de la siguiente participante.
P: Sabiendo lo que puedes estar padeciendo y sabiendo que es una implicación económica, o sea que esto que te dije, la última me dijo, “esto ya no lo, o sea, no lo vamos a hacer más, va a ser la última porque esto es un desgaste tuyo emocional y económico”. Y yo pensé “es que tiene razón este hombre, cuántas veces voy a seguir aquí pagando y dale que te pego”. O sea, si no se puede no se puede.
E: O sea que en este caso fue el profesional fue que impuso digamos, el límite, por lo menos por su parte, ¿no?
P: Sí, sí.
E: Un límite, de hecho, teniéndolos en consideración a ustedes.
P: Sí.
E: Psicológicamente y económicamente también.
P: Sí.