Puede suceder que los efectos, ya sea inherentes y/o secundarios, derivados del tratamiento de reproducción asistida constituyan en sí mismos una limitación para recurrir a la Medicina reproductiva. Fue el caso de Bea, diagnosticada de un problema de riñón desde los veintiún años de edad, y que junto a su marido Eduardo comentan las particularidades que entrañaba su caso de cara a la hormonación y la gestación.
M: Yo ya, yo ya trasplantada.
H: Ya trasplantada, fuimos a que nos hicieran ...
M: Las pruebas.
H: ... las pruebas que ellos hacen inicialmente para ver si había algún problema por no quedarnos embarazados, pero no ..., porque nosotros hablamos con los compañeros de Reproducción para quedar claro que no podemos utilizar ningún tratamiento de reproducción ni FIV ni nada porque bajo trasplante, más así fue indicado por el compañero del hospital (centro hospitalario) nefrólogo no se puede utilizar nada porque va contra el trasplante renal. Y con los tratamientos del propio trasplante, es decir, hay
interacciones, hay problemas, que no se puede utilizar.
M: Sí.
H: Y el propio compañero de reproducción, el especialista lo decía “no puedo ponerte nada”. Nos hicieron los estudios y los estudios eran totalmente normales, decir, y dicen, “inténtenlo biológicamente”, pero fue al inicio de todo.
Con los tratamientos de fertilidad, que claro que no es lo mismo una persona que no tenga nada, porque claro yo aún así, o sea, con el trasplante yo sigo siendo hipertensa. Entonces realmente los tratamientos de fertilidad no es que estén contraindicados en el trasplante sino que los tratamientos de fertilidad suben la tensión, entonces claro me puede dar una crisis hipertensiva, una subida sabes de tensión alta y entonces claro eso, eso es lo que se intenta evitar, ¿no? Porque con el trasplante las tensiones tienen que estar como mejor controladas. Entonces es por eso, por lo que no se recomienda los tratamientos hormonales en el tratamiento de la fertilidad, a dosis, a dosis altas.