Un ejemplo peculiar es el de Griselda, que cumplió uno de los deseos de su padre: escribir un libro con sus recuerdos. Ese objetivo mantuvo la ilusión de su padre y de toda la familia.
Con todo esto pues ya tuvimos el libro, ah, él estuvo muy contento, él estuvo muy, muy emocionado, realmente fueron, bueno fueron momentos muy, muy emotivos.
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Recuerdo que este mismo día me dijo una cosa, como él no tenía deterioro cognitivo, me dijo “yo al menos tengo mis recuerdos.” Y eso lo dijo en relación a…o en comparación con los enfermos de Alzheimer, por ejemplo, que pierden sus recuerdos. Con esta frase, él venía a decir, “bueno yo estoy muy mal, yo me quiero morir y además no me muero, pero yo tengo mis recuerdos, y esto no me lo puede quitar nadie y aparte se han plasmado en un libro, y esto bueno, yo he sentido estos últimos meses, yo un sentido profundo estos últimos meses.”