En el caso de José su sensación de despedida era todos los días porque sabía que el final se acercaba
Bueno yo despedir, yo me despedía todos los días, por lo menos para dentro, pa' mis adentros me despedía todos los días, pero ten en cuenta que desde que se le puso el tratamiento de cuidados paliativos, con los parches, ya hubo, ya empezó unos días que ya a penas se le entendía lo que hablaba, chapurreaba, no dormía, los últimos días no dormía por las noches, pero ya no, aunque hablaras con ella, había veces que te contestaba y no entendías lo que decía entonces hablar sí, pero... Despedirme, despedirme no. Quizás la mañana que falleció, vine a la ocho y media de la mañana, me fui a las nueve y media y a las diez y cuarto me llamó la chica que mi madre estaba muy mal muy mal, prácticamente estaba... Yo sí que es verdad que la ví que estaba mal porque, ya se lo comentaba a Luis los días anteriores y me decía “José, es que irá a más, estos ronquidos irán a más y poco a poco irás viendo que se apaga” pero no había día. Sí me decía Luis que era bastante fuerte y es verdad, y dice “es que lleva aguantando muchos días así” y tal. No era una cosa grave porque lo del ronquido ese fue prácticamente los últimos días, tres o cuatro últimos días.