Historia 19. Carla y Ramón
Edad en el momento del diagnóstico: 15 años
Edad en el momento de la entrevista: 36 y 40 años
Género: Mujer y Hombre
INICIO
Carla supo a los 15 años que tenía el útero dividido en dos y la parte que le funcionaba tampoco le posibilitaba ser madre de forma biológica así que hubo que extirpárselo a través de una Histerectomía manteniendo, eso sí, sus ovarios y las Trompas de Falopio, lo que le aseguraba el funcionamiento hormonal.
Asumir esa decisión a tan temprana edad y las consecuencias que acarreaba para una posible maternidad futura requirió de todo el apoyo familiar y también de ayuda psicológica profesional.
VIVENCIAS
No es un tema que Carla haya ocultado a sus parejas, con mejor o peor respuesta por parte de ellos, pero con Ramón en cuanto desearon tener descendencia ambos vieron factible la gestación subrogada como solución para ser padres de forma biológica, con su propio material genético pero a través del cuerpo de otra mujer.
Llevaron a cabo el proceso humano y legal con una agencia en Estados Unidos que los conectó con la mujer que decidió gestar a su hijo para ayudarlos a través de una selección mutua de perfiles. Ella recibió una compensación económica que empleó para sus hijos. Viajaron para la estimulación hormonal y la implantación del embrión en aquel país, luego vivieron en la distancia el embarazo con la complicidad de su círculo más cercano y siempre en contacto con la gestante gracias a las nuevas tecnologías y mientras ella continuaba trabajando, hasta que regresaron para el nacimiento que vivieron además con la familia y amistades de la mujer gestante. Continúan estando en contacto virtual, que es como su hijo la conoce porque él sabe cómo fue su nacimiento.
Lo han intentado por segunda vez con otra mujer con la que también establecieron la misma conexión, aunque no pudo quedarse embarazada.
RECOMENDACIONES
A las mujeres en su situación, por ejemplo que no tengan útero, Carla les transmite optimismo porque la gestación subrogada es la salida si quieren ser madres, genéticamente hablando, de sus hijos; también tiene en cuenta a las parejas homosexuales y personas solteras, todos ellos perfiles que se encuentran en la asociación Son Nuestros Hijos en la que participan. Y ambos aclaran que no es sólo para gente con mucho dinero, que es lo que se suele ver en los medios.
A aquella parte de la sociedad que no está de acuerdo con la gestación subrogada Ramón y Carla les hacen saber que ellos optaron por la vía regulada en la que las gestantes deciden hacerlo libremente y no por necesidades económicas, puesto que se oponen a cualquier explotación que pueda darse lugar. Hay países donde es completamente altruista.
De los profesionales no tienen ninguna queja. Sin embargo reivindican que se reconozca en España esta opción y que tenga los mismos beneficios laborales que ser madre y padre por cualquier otro medio.