Historia 21 SR

Historia 21. Sara

Edad en el momento del diagnóstico:  33 años

Edad en el momento de la entrevista:  36 años

Género: Mujer

 

INICIO

Sara siempre tuvo claro que quería ser madre. A su exmarido así se lo hizo saber desde el principio de su relación y aunque ella hubiese querido intentarlo mucho antes hasta que no llegó una cierta estabilidad laboral no se pusieron a intentarlo, pero lo que no llegaba era el embarazo y pasado el año completo que les recomendaron para buscarlo pasaron a recurrir a la reproducción asistida.

 

VIVENCIAS

Emplearon las relaciones programadas, la inseminación artificial y la fecundación in vitro en repetidas ocasiones sin obtener el éxito que tanto ansiaba nuestra entrevistada y sin que les detectaran nada que pudiese significar un obstáculo para ello. De hecho para Sara no hay nada peor que oír “infertilidad de origen desconocido” porque implica no saber cuál es la solución, excepto una pequeña observación casi anecdótica que le hizo una doctora acerca de la edad de sus ovarios, mayor que la suya misma biológica. La situación llegó a un punto de obsesión y malestar que Sara se deprimió y el desgaste de la convivencia fue tal que el matrimonio se divorció, si bien tienen muy buena relación y aún más, él continúa siendo su confidente precisamente en este tema.

Y es que Sara sigue intentándolo en el momento de la entrevista por su cuenta, sin poder emplear ya los embriones que tenían en común. Así que después de su periplo por consultas privadas y públicas ha vuelto al ámbito privado y le han confirmado que tiene una baja reserva ovárica, lo cual con el tiempo transcurrido le dejó en shock y le sorprende por el bajo coste de la prueba en comparación con el coste global que puede suponer la reproducción asistida para el sistema sanitario y especialmente realizándola por lo privado. Pero ha decidido continuar eso sí auto-imponiéndose su límite de tiempo y gastos para evitar vivir siempre pendiente de los tratamientos, porque le afecta mucho anímica y emocionalmente de manera individual, familiar y hasta sentimental ya que le condiciona a la hora de conocer pareja. Y lo que ve muy difícil es la adopción nacional, la internacional imposible para familia monomarental; la opción de la ovodonación no le convence porque habiendo embriones sin usar no la ve necesaria.

 

RECOMENDACIONES

A las mujeres en su misma situación les recomienda demandar una analítica de la hormona antimulleriana para averiguar antes que nada el nivel de su reserva ovárica. Durante el proceso invita a buscar #Infertilpandi en Twitter si necesitan acompañamiento. Y en cualquier caso repite el mensaje que le han dado a ella si no obtuvieran el éxito deseado: “no eres mejor persona, no eres mejor, ni peor por tener o no tener un hijo”.

Con los profesionales insiste: les pide que hagan la analítica de la hormona antimulleriana obligatoriamente y de entrada para conocer el nivel de reserva ovárica de la paciente. También solicita que ofrezcan apoyo psicológico, una figura que coordine la comunicación con la paciente, y/o grupo de ayuda incluido en la atención.

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