Rocío explica el bloqueo que puede llegar a vivir el hombre y hasta el rechazo hacia la mujer, sobre todo cuando las cosas no salen bien.
E: Pero una vez, yo no sé si les llegan a comunicar la situación, el diagnóstico. A partir de ahí, ¿la actitud cambia?
P: La actitud ... Se bloquea más. Quiero decir, sí hay un bloqueo pues le sienta muy mal a él, por eso, porque nunca te piensas no "estar a la altura", en las circunstancias que te piden.
El biólogo pregunta "¿y cómo lleva tu mujer los pinchazos, los estradioles en la analítica y la ecografía?" –se pone– “bien, bien, todo estupendo, todo bien, todo bien”. Es un poco un bloqueo, un escudo de defensa, te lo pone un montón porque no les cabe en la cabeza no poder procrear, o sea, no, no, no ser capaces ellos mismos de procrear. Sí, un bloqueo, un bloqueo, pero mejor no forzar ese bloqueo porque se te bloquea más. Digo “tú me das la muestra cuando tiene que ser y finito”. Y el aumento de libido, también, pero bueno. Y nada, no bien, bien, después ya el bloqueo ya con el embarazo el parto y tal pues el bloqueo ya, ya fuera. Ya, ya, ya se va.
E: Era realmente tan ... ese momento de la regla.
P: ¿Malo?
E: Sí.
P: Sí, sí era muy malo sobre todo porque tu pareja no concebía que tú la tuvieras, entonces tú ya propiamente por la bajada de estrógenos ya estás hecha polvo, encima no te quedaste y estuviste, vamos, intentándolo un montón, vamos. Pues claro era como de ... “no”, esa ... o sea no, quiero decir, “no te acerques a mí”.
E: Un rechazo físico.
P: Un rechazo físico, un rechazo emocional, en vez de decir “ven para acá tranquila que tienes la regla”, no, es como “oh, no se embaraza”, ¿sabes?, como “mala mujer”. Vamos a ver, que lo hace inconscientemente, ¿vale? Pero sí era un poquito, sí ... rechazo. Sí. Ahora da igual, que si viene la regla, ¡estupendo! Tengo la niña, me viene la regla, estupendo, me da igual, me da igual totalmente, sí, sí, pero vamos que no, que sí que se lleva bastante mal. Eso era lo peor. Sí, lo peor. Porque cuando estabas en ello era lo más que querías, después todo el mundo diciéndote “oh es que no tienes niños, es que no ..., es que no sé qué, no sirves como ... no sé cuánto”. Un rollo así.