Miren explica cómo la vivencia de los últimos momentos de su vecino fue diferente para su esposa y para su hija.
Le senté en la sala, le dije a mi vecina que tenía que llamar a su hija, porque era una cosa muy importante que había que hablar, ¿no? Yo el día que se puso tan malo esa misma noche juntamos a toda la familia, también Susana estaba, porque ella en una …, y bueno yo les expliqué que, que él había luchado mucho, pero que ahora tenía que descansar porque había poco más que se podía hacer por su enfermedad y entonces ahí hubo un… pues bueno como un encuentro y desencuentro a nivel de madre e hija. La hija pues bueno se enfadó mucho con su madre, porque no podía ver esa realidad que ella lo veía claramente. Ella decía “yo no quiero ver a mi padre así, quiero que se muera ya, quiero que se muera ahora” y la madre decía “pero si hemos comprado la furgoneta, si le vamos a sacar de paseo”. Entonces hay un enfrentamiento, una lucha de querer ver y no querer ver, de…incluso gritaron entre ellas pero luego al final terminaron abrazándose. O sea hubo ahí una escena muy emotiva, muy dura, de reconocer que su padre se estaba yendo y que había que cuidarle en esos momentos y que era importante. Entonces había sentimientos muy contrapuestos: la mujer de querer constantemente abrazarle a su marido, de acariciarle, de cuidarle, de…de mimarle y la hija de no querer ver, de reconocer, de en la fase final de no querer ver a su padre sufrir y de no querer acercarse por no ver la realidad también.