Imagen personal y adaptación a la diabetes

La diabetes puede producir cambios sobre cómo se ven a sí mismos las personas que lo sufren. Además suele ser necesario adaptarse a los cambios que se producen tanto físicos como psicológicos y sociales. En muchos casos los cambios son positivos, aunque en otros pueden ser o vivirse negativamente.

Algunas personas experimentaron un cambio positivo de su imagen física, sobre todo como efecto de la disminución de peso y de la realización de ejercicio físico. Comentan incluso sentirse más jóvenes y guapos/as. Pensaban, además que la diabetes les había dado una nueva oportunidad para llevar una vida saludable y sentirse mejor con sí mismos y con su cuerpo, llevando a cabo nuevas actividades.

Para María Rosa el baile es una forma de hacer ejercicio y mantener la alegría.

La mayoría de los entrevistados reafirmaban en varios momentos de las entrevistas que se sentían personas absolutamente normales y que esperaban que los demás los trataran de igual manera. 

María considera que hay que tomar la diabetes como algo natural y que hay enfermedades peores.

José intenta ser feliz y mantener su vida lo más normal posible.

Un sentimiento de abatimiento estaba presente, aunque en muy pocas personas. Ello se debía a la creencia de que ya no podrían realizar algunas actividades físicas, recreativas o laborales.

También este sentimiento aparecía cuando sentían que se iban sumando progresivamente los problemas de salud, en especial, aquellos que implicaban un cambio estético o de sus capacidades sexuales.

Para Alberto los momentos en que no ha podido trabajar han sido más difíciles.

Las dificultades en la visión han afectado a Javier que explica así cómo se maneja y la soledad que siente en algunas ocasiones.

El tratamiento de diálisis y las limitaciones en la visión de Candelaria suponen una disminución de la actividad social de Candelaria.

Para Elías su trasplante de riñón limitaba algunas actividades recreativas que le gustaba hacer como la cacería. Pero las amputaciones en los dedos de los pies que había sufrido no le impedían seguir conduciendo su coche y valerse por sí mismo.

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