Antes de ser diagnosticadas muchas personas presentaron uno o varios síntomas clásicos de la diabetes: excesiva sed, sequedad de boca, hambre, mucha sudoración y frecuentes ganas de orinar.
Cuando diagnosticaron a Julio, fue cuando se dio cuenta de que había tenido los síntomas clásicos de la diabetes: sudoración, sed y muchas ganas de orinar. A Carmen le llamaba la atención que incluso se despertaba por la noche con mucha sed y ganas de orinar y Pablo considera que el principal síntoma que le alertó fue la sed.
Otros síntomas generales que se mencionan son: cansancio, mucho sueño, malestar general, desgana, sensación de fatiga, mareo, dolor de cabeza, calor en el cuerpo, malestar en el estómago, disminución del apetito, acompañado con modificaciones en el peso, o bien dolor o pesadez en las piernas y/o en los pies.
Rafael cuenta que simplemente se sentía mal, como sin fuerza y Fernando recuerda que antes del diagnóstico sentía mareos y que podrían estar relacionados con la diabetes. María Luisa, por su parte, acudió a su médico porque sentía cansancio y pocas ganas de comer. Fue entonces cuando la diagnosticaron.
Algunas personas presentaron síntomas en la piel: enrojecimiento, picor en el cuerpo, llagas, picores o infecciones en la zona genital. Con frecuencia no se relacionaron estos síntomas con la diabetes hasta que se confirmó el diagnóstico.
María del Carmen relata la aparición de picores genitales y que desconocía que podían ser síntomas de diabetes y José Luis refiere la importancia de conocer las infecciones genitales como síntomas de la diabetes para no retrasar la consulta con el médico.
En otros casos, acompañando al cansancio y la sed, se presentaron con problemas en la vista, tales como disminución de la visión o vista “nublada”. En ocasiones los síntomas eran tan inespecíficos que ni siquiera eran reconocidos por los profesionales sanitarios, siendo la propia persona quien acudía varias veces al médico hasta que se alcanzó el diagnóstico.
Catalina cuenta que acudió a su médico por sentir la vista nublada y sensación de cansancio. Pero el diagnóstico no se realizó hasta que tuvo un episodio de hiperglucemia y tuvo que acudir al hospital.
Otros entrevistados refirieron ansiedad y sensación de intranquilidad y malestar para mantener relaciones sexuales. (Más información: Sexualidad).
Milagros hace referencia a la sensación de intranquilidad que tenía al principio.
Algunas mujeres refirieron que los síntomas se manifestaron durante el embarazo y, aunque al principio se diagnóstico de diabetes gestacional, posteriormente se confirmó como diabetes tipo 2.
Candelaria relata que la diabetes apareció durante uno de sus embarazos.
En muchos casos el diagnóstico se hizo de forma casual, es decir que los participantes no presentaban síntomas o no los relacionaban con una enfermedad. A veces se diagnosticaba al acudir al centro de atención primaria por otro motivo. En algún caso al acudir a donar sangre. Asimismo hubo casos detectados en las revisiones anuales que se realizan en las empresas. En todos estos casos se realizaba el diagnóstico mediante una analítica de sangre y orina.
Eligi relata que los síntomas no le alertaron sobre la presencia de diabetes y que la diabetes fue descubierta durante una revisión anual en su centro de salud. Por su parte, José refiere que no sentía ningún malestar y fue en una revisión de la empresa que le advierten de sus altos niveles de azúcar.
Algunas personas retrasaron varios meses la consulta al médico a pesar de tener algunos síntomas.
Francisco empezó a sentir sequedad de boca, malestar y cansancio pero dice que no quería ir al médico por lo que retrasó la visita hasta que no pudo más.
Otras personas recibieron el diagnóstico en el hospital cuando habían sido ingresados por otro motivo, como por ejemplo, dolor en zona renal, infarto cardiaco o para someterse a alguna cirugía. En estos casos recibieron el diagnóstico por sorpresa.
José se sorprende con el diagnóstico de la diabetes después de haber sido ingresado a causa de un infarto cardiaco.
Muchos de los entrevistados que reconocían los síntomas y contaban con información por antecedentes familiares, acudían a consulta médica. Aunque hubo algunas personas que retardaban la visita médica aun sabiéndolo, debido a que no presentaban dolor y podían continuar con sus actividades habituales.
José describe que advirtió que los síntomas podían ser debidos a la diabetes pero le dio prioridad a su trabajo.
Otras personas, en cambio, relataron que al detectar los síntomas se realizaban ellos mismos el control del azúcar con el medidor de glucosa de sus familiares y que éstos los alentaban a acudir al médico.
Juan relata que en una visita a la casa de su madre se mide la glucosa porque intuía que podía tener diabetes como ella.
Incluso hubo casos en que los participantes sospechaban que podían tener diabetes y solicitaban ellos mismos analíticas a sus médicos para conocer su estado de salud.
Juan relata cómo él mismo detectó los síntomas y supuso que podía tratarse de diabetes.
Algunas personas fueron alertadas por amigos o familiares que trabajaban como personal sanitario cuando presentaban los síntomas más frecuentes de la diabetes.
Carmen explica que una amiga le advierte sobre la posibilidad de tener diabetes por los síntomas que presentaba.
Para las personas que no contaban con conocimientos previos sobre la diabetes, el malestar, el cansancio o la sed, no eran reconocidos como síntomas de alerta y se atribuían simplemente a agotamiento por las actividades cotidianas: esfuerzo o estrés en el trabajo doméstico o en el trabajo; el sentir el avance de la edad, o a factores ambientales como el clima.
Rafael explica que sus síntomas no le resultaban indicio de alguna enfermedad.
Algunas personas se mantuvieron sin darse cuenta o restándole importancia a los síntomas incluso después del diagnóstico.
A Charo le diagnostican la diabetes después de una analítica pero ella no notaba ningún síntoma ni tenía conocimientos previos de la enfermedad.