Maria Rosa considera que se aprende mucho intercambiando opiniones con otras personas, por ejemplo en las salas de espera.
Yo voy al médico y me encuentro con gente, que es donde más encuentro, si voy al cardiólogo están los del corazón, cambiamos opiniones, si voy al endocrino están los de esto, pues habla uno, por la azúcar o porque le parecerá o lo que sea, por la pierna o lo que sea, según al médico que vayas ya cambias opiniones con los mismos enfermos, y ya ellas mismas te hacen preguntas, yo les hago preguntas, pues a mi la medicina esta me viene bien, lo que nunca le he dicho a ninguna enferma se lo dije a una sola, que como lo estaba yo haciendo. Le dije, tu pregúntale a la doctora, tú no lo vayas a hacer, porque yo fui una atrevida, pero claro, yo estaba apoyada por otra doctora, por eso fue que lo hice, porque yo no soy una atrevida de decirme, pues mira tu haz ahora esto y esto, no, yo no lo hago, voy y se lo digo al médico, entonces dice el médico ¿si?, sí, si no pues no, lo que digan ellos porque son los que saben.