Antonia explica cómo tuvo que superar su miedo a pincharse la insulina. De hecho era su marido quien le pinchaba la insulina, hasta que ella aprendió.
Lo que le preocupaba era el tener que pincharse porque como ella no se atrevía a pincharse, menos mal que como mi padre le pinchaba.
¿O sea que al principio se preocupó porque se tenía que pinchar?
Sí claro
¿Le daba miedo eso, qué pasaba?
Que no me atrevía yo a pincharme, pero un día que tuvo que ser porque ya él se fue y yo digo, “¿tengo que no pincharme hasta que él venga?,” pero como era por la mañana y por la noche cuando me pinchaba también, pues yo digo, pues yo me pincho ahora por la mañana y él a la noche que me pinchara él, pero ya no quiso pincharme, dice “no, ahora ya te pinchas tú, ya has perdido el miedo pues te pinchas tú”, y ya he seguido pinchándome yo.