La diferencia de edad y el grado de afectación del TDAH es distinto entre las personas que han participado, y esto hace que las experiencias laborales o incluso las inclinaciones personales y oportunidades de formación hayan sido diferentes.
El TDAH como factor de elección determinante para escoger o no sus trayectorias profesionales, la opción entre secretismo y apertura a hablar de su diagnóstico en sus empleos, y cómo se adaptan a sus puestos de trabajo o lo que piensan que el mundo laboral debería hacer para facilitarles sus tareas, son algunos de los temas recogidos en este apartado.
FORMACIÓN PROFESIONAL
Entre las personas entrevistadas algunas de las más jóvenes cuenta que su propio TDAH les inspira formarse en perfiles que les permitan trabajar ayudando a otras personas similares o con parecidas dificultades. En este sentido Pedagogía, Psicología, Trabajo Social o Enfermería son los títulos mencionados. Les conmueve la incomprensión que puedan vivir otras en su misma situación y prestarles su escucha y apoyo.
Patricia se ha especializado en este diagnóstico en el ámbito educativo y hasta considera un valor añadido compartir el mismo diagnóstico porque así nadie dudará de su conocimiento en primera persona. De hecho en las prácticas en su antiguo centro escolar ha comprobado la sensibilidad que generó su caso y cómo se ha convertido en un referente de consulta por parte de sus antiguos docentes.
Pero no sólo en las ramas sociales ven aplicación a su propia vivencia. Hay quienes han conseguido explotar su gusto y habilidades con los videojuegos para dedicarse profesionalmente a su diseño o entrenar a otros en calidad de coachs. Luis lo ha hecho su profesión.
Virginia habla de la dificultad de retomar estudios y reconvertirse profesionalmente al encontrarse con más edad y sus mismas peculiaridades como TDAH ante un panorama tecnológico de estudio nuevo para ella (campus virtual, trabajo colaborativo online) pero al mismo tiempo sintiendo la presión por tener título reconocido.
Otra variable aparte de la profesión en sí –de qué va, cuál es su finalidad- es la de intentar que la metodología o sus tareas se adapten más a su forma de ser, esto es, a las características de su TDAH. Sobre este aspecto dejan claro que suelen preferir lo que implique no estar en quietud. Andrés comenta las recomendaciones que recibió al respecto del especialista con quien trata el TDAH, además de su preocupación por la medicación.
TDAH EN EL MUNDO LABORAL
Aquellos participantes que tienen edad para realizar o tener ya una carrera laboral confiesan que su sintomatología o la percepción y creencias que pueda existir sobre el TDAH les ha condicionado en la elección de su profesión y/o en el desarrollo de la misma. En algunos casos prefieren mantenerlo en secreto en el ámbito laboral porque temen que les vean como “bichos raros” y porque en general no se considera una enfermedad ni motivo para declararse como discapacidad, y de hecho pueden llegar a temer que decirlo abiertamente aumente el estigma si genera dudas acerca de su rendimiento. Así lo explica Virginia.
Pero también hay quien ha encontrado el mundo laboral más motivador que el ámbito educativo, de hecho hay quien se vuelca en su labor desarrollando de forma aplicada su “polivalencia” y afán de novedades como forma de mejorar, y conoce lo que es tener éxito en lo suyo y obtiene reconocimiento. Un ejemplo es el de Josep María.
El hecho de tener que simultanear tareas puede producir más estrés. Un ejemplo es el caso de Virginia que cuando tiene un hijo con TDA encuentra muy difícil la conciliación laboral.
Hay quien apunta que lo que podría facilitarles su desempeño laboral es la adaptación de entorno para lograr mayor rendimiento tanto en lo que a elementos físicos como otros ambientales se refiere: más silencio, distribución de mobiliario para favorecer la concentración, …
Alfonso comenta la importancia de estas medidas.
