Nombre: María
Edad en el momento de la entrevista: 58
Género: Femenino
Edad del hijo/a en el momento del diagnóstico: 22, 20 y 17 (3 hijos)
Inicio
María junto a su marido adoptó a sus tres hijos cuando éstos contaban con edades comprendidas entre los 7 y los 11 años. Al principio atribuyeron ciertos comportamientos al proceso de adaptación, pero empezaron a darse cuenta que les costaba entender siquiera una película, un mapa o jugar a algunos juegos. Empiezan a asociar lo que detectan con el TDAH y a leer sobre ello y, así, acuden a consulta para despejar sus dudas confirmando el diagnóstico simultáneo de sus tres hijos.
Manejo del TDAH
En su experiencia el diagnóstico se tomó como una herramienta por lo que lo compartieron enseguida con sus familiares, los centros educativos y con los propios niños también.
Trabajan para adaptarse en familia aunque el paso del colegio de primaria, con un abordaje flexible y adaptado, a secundaria ha supuesto una enorme dificultad. Con uno de sus hijos toma la decisión de dejar de llevarlo al instituto por la repercusión negativa que le veía en su día a día; y en un nuevo centro de formación profesional encontró más adaptación a sus necesidades.
Y si bien en un principio notó un cambio muy importante con la medicación reconoce que con el tiempo lo ve como un recurso muy limitado y que no lo arregla todo. En su caso han recurrido a psicólogos privados para complementar la atención pública.
Según la información que tienen el déficit de atención en niños en acogida y en adopción es muy frecuente.
Mensajes / recomendaciones
A las familias les traslada que el diagnóstico es una buena noticia porque permite saber lo que ocurre y trabajar en las soluciones, y les recomienda pensar que si los hijos diagnosticados de TDAH no lo hacen mejor es porque no pueden, no se trata de que no quieran atender. Consideran que la estrategia de dar recompensas inmediatas es importante. Además les ha resultado útil conocer personas que están en la misma situación para poder hablar, y recomiendan, por ejemplo, contactar con asociaciones.
A los profesionales sanitarios les diría que Medicina de Familia y Salud Mental deben dar una respuesta más global que incluya también el abordaje del entorno puesto que se puede llegar a pasar muy mal.
A los profesionales educativos les diría que se ha de aplicar mucha pedagogía no saturándoles sino yendo poco a poco, no exigiéndoles más allá de sus posibilidades, aprovechando su energía y movimiento en algo útil para ellos, no etiquetándolos como “malos” y a sus familias como consentidoras de “mala educación”, ni aplicando castigos. Deben verlos como niños con una enfermedad.