Las personas diagnosticadas de TDAH que han participado solicitan de los profesionales de la docencia fundamentalmente dos cosas: un cambio en la actitud y más formación especializada.
RELACIONADAS CON LA ACTITUD
En cuanto a la actitud piden al profesorado más paciencia, menos etiquetas y más empatía, no culpar por sus particularidades como olvidos y despistes porque les bloquea más, y no usar la palabra “trastorno”.
Patricia aconseja comprensión, compromiso y aprendizaje continuo.
Raquel, como al entorno, recomienda evitar gritos y reproches hacia ellos/as porque no les ayuda en nada.
Virginia considera que el uso escolar de términos como “trastorno” o “enfermedad” no son positivos porque se interiorizan en un sentido negativo.
En línea con todo ello aparece la importancia de ser consciente del significado del papel de formador/a que tienen, de las dificultades que entraña el TDAH en el aprendizaje, flexibilidad para manejarlo y avanzar, y esfuerzo de superación a nivel profesional que son otras de las adaptaciones que han transmitido.
Luis ha encontrado diferencias importantes entre los docentes que ha conocido, algunos con vocación pero en otros casos les falta comprensión.
Arnau observa que identificar y potenciar las aptitudes positivas que posea cada persona es una buena manera de orientarles.
Idoia refuerza esta idea porque pasan bastante tiempo juntos, y les pueden llegar a conocer muy bien. Sensibilidad, no machacar, y valorar más allá de las notas serían sus claves para un buen docente de alumnado con TDAH.
Para Arnau a la hora de enseñarles y evaluarles deben conseguir un equilibrio entre ayudar pero no hacer diferenciaciones ni ser proteccionistas. Erik lo reafirma con el mismo mensaje reconociendo que para él el TDAH es tan sólo que les “cuesta” más, no que sean diferentes.
Alfonso insiste en que el objetivo de la educación debería ser la adaptación a las habilidades que tengan y no al revés porque es contraproducente, ya que pierden la motivación por lo que había sido su pasión.
RELACIONADAS CON LA FORMACIÓN
Una cualificación más específica sobre lo que es e implica el TDAH como persona y en el aprendizaje sin necesariamente formar parte de un centro especializado en ello resulta ser un punto fundamental para que sepan lo que necesitan e intenten ayudarlos, incluyendo derivar al profesional más adecuado cuando es necesario. En este último sentido se habla también del Departamento de Orientación en los centros escolares, cuya importancia algunos/as sugieren ya desde una edad temprana, así como otras medidas que contribuyan a su bienestar psicológico, tales como integrar una Sala de Relajación en el funcionamiento ordinario para todo el alumnado con independencia de que tengan TDAH o no.
Josep María opina que conocer cuáles son los límites de sus aportaciones también es una faceta profesional imprescindible. No significa abandonar pero sí derivar, por ejemplo a Psicología.