Ante indicios sin etiquetar o la sospecha de TDAH se inicia el proceso de diagnóstico, que en algunos casos es más directo, pero en otros es un proceso largo. En algunos casos acuden a servicios de consulta privados y en otros son remitidos por los servicios sanitarios públicos.
De nuevo el perfil de edad y no haber participado de esa toma de decisión es posible que conduzca a un menor recuerdo de este aspecto de su vivencia del TDAH. No sucede lo mismo cuando es una persona diagnosticada ya adulta que sí detalla sus motivos y la percepción del proceso.
PROFESIONALES
Tanto la Psicología como la Psiquiatría son las disciplinas a las que acudieron sus madres, padres o por sí mismos, con mayor o menor ajuste de su diagnóstico, más o menos rápido, atendiendo también a su sintomatología y a las épocas en las que se sitúa su vivencia porque también se nota diferencia entre los contextos más recientes que los más antiguos.
Josep María describe el inicio de su periplo diagnóstico cuando en los años noventa le detectaron Lateralidad Cruzada.
Puede suceder que pasa mucho tiempo para conseguir diagnóstico, y a veces hay otros diagnósticos antes de llegar al definitivo de TDAH. Alfonso conoce esta situación muy bien pues durante años, y la describe reflexionando sobre lo que implica para una persona con TDAH.
Hay quien suponía que era TDAH y logra la confirmación de la sospecha en consulta. Es el caso de Andrés.
Virginia, por su parte, es un ejemplo de cómo puede suceder que conocer sobre estos temas por sus propios hijos da pie a su diagnóstico.
PRUEBAS
Algunas de las personas que participaron explican pruebas que tuvieron que hacer para el diagnóstico. En muchos casos, debido a su edad, la comunicación de resultados se hizo junto a sus madres y/o padres. Ver Recursos e información.
Pablo y Arnau explican las que hicieron de tipo lógico, emocionales, psicotécnicas, cerebrales (TAC) …