Marta cuenta las esperanzas que tenía de poner fin al periplo, pero no termina de conseguirlo.
"Cuando llega al (nombre de centro de salud) la verdad que …, por lo menos yo, yo llego con mucha fe, sentía que por fin estábamos tocando donde sí nos iban a escuchar, donde sí nos iban a atender, donde sí nos iban a tratar bueno pues con la importancia que para mí tenía toda la situación y, bueno, a día de hoy mis, es como … todas las plegarias, todo lo que recé o pedí que … una solución que creí encontrarla no la tengo. Siento que vuelvo a tener … siento que vuelvo a ser esa madre histérica que lo único que quiere es que su niño esté sentado, quietito y que no moleste. Eso es lo que yo recibo cuando alguien me atiende. Estoy hablando a nivel salud, a nivel medicaciones, a nivel “tómate esta pastillita para que se duerma y ya no te va a molestar y ya no vas a tener de qué quejarte, ya no vas a tener que venir a contarme si hace, si dice o si deja de hacer o si deja de decir porque va a estar dormido”. Siento que frente a este problema lo único que importa es quitarnos del medio a las personas que no cumplen los requisitos de caminar en una línea recta."