Tal como dejan entrever muchos de los testimonios de las madres ellas más activas en este terreno, si bien han encontrado incluso abuelos. Así lo explica Paqui.
"Yo sabía, no sé si es instinto de madre, no lo sé, pero yo sabía desde que era muy chiquitito yo sabía que algo le estaba pasando y he intentado moverme mucho para ponerlo todo, para tener todo el apoyo necesario. O sea, si lo han diagnosticado, que no he sido yo quien ha dicho que tiene un diagnóstico del TDAH, luego sí que confirmo que se da la sintomatología que tiene que es, obviamente, es un TDAH, que tiene más cosas, sí, pero yo siempre he sospechado que le pasaba algo. Entonces me he movido mucho para investigar. Su padre quizá, que opinaba, seguía pensando que es un niño inquieto. Cuando tuvimos que medicarlo yo ya dije “si es una alternativa vamos a probar, si es una alternativa para que él esté bien”, si no teníamos otras opciones para mí era una alternativa más o la única, la última para probar, entonces yo fui más fácil de convencer en ese aspecto, él era más reacio a medicar al niño y más cuando leímos el prospecto que era "¿esto se lo tenemos que dar, por qué?". Entonces, él no es que sea negativista, él como que le ha costado más asimilarlo. Yo me he movido más, he participado mucho más en la asociación, él es socio pero no es voluntario, es decir, él está asociado pero la que se mueve, la que va a todos los actos, la que he prestado voluntariado he sido yo. Y no por eso soy la que más quiere a mi hijo sino que lo estoy haciendo de otra forma."