Paqui las aplica sin dudarlo a pesar de las dificultades.
"Es complicado. Es un trastorno que depende del grado. Yo entiendo que mi hijo tiene un grado alto, que está en manos actualmente de los mejores especialistas y que nos movemos mucho por intentar ayudarle pero es difícil, no es un diagnóstico que dices "te tomas esto y se soluciona". Y más cuando ves que has probado todas las alternativas médicas, las terapias psicológicas, etcétera, entonces frustra y ya no sabes. Muchas veces dices “tengo que seguir adelante por él pero ¿hasta dónde voy a llegar?, ¿voy a ser capaz de llegar, de poder ayudarle, de que él haga en un futuro una vida normal, como cualquier persona?”.
(…)
"Intentando estar siempre positivos porque él, inevitablemente, en algún momento me ha visto decaída, triste, porque la situación a veces te puede, pero bueno, luego enseguida sale una sonrisa, un apoyo para él y ojalá todo fuera así, si después de una mala conducta luego hubiera un perdón y a partir de ahí empezar de cero y que fuera evolucionando todo en positivo. Es lo que espero de cada día, que siempre haya algo positivo que vaya mejorando. Ver una evolución."