A Virginia sus pastillas le generaban mucha negatividad y pensamientos suicidas.
P: Claro, el efecto secundario era que estas medicinas, creo que el Certera, están … A ver, el componente que a tí te ayuda mental, el componente que a tí te ayuda, que estimula la dopamina, dijéramos, que es ... se va soltando poco a poco a lo largo del día, no sé, tiene una palabra este tipo de medicinas, que no es que te la tomas y te hacen efecto, si no que va poco a poco.
E: Como un efecto progresivo.
P: Sí, un efecto progresivo. Pero llegaba un momento que, imagínate que te duraba hasta las tres del mediodía desde por la mañana que te la habías tomado, pues a las tres del mediodía te pegaba un bajón increíble. Entonces, claro, no tuve la paciencia de pasar esos bajones porque me sentía tan mal, que yo no quería estar así porque estaba fatal. Luego, claro, me tomo la pastilla al día siguiente y otra vez bien, pero me llegaron pensamientos muy negativos, de suicidio. Que tengas esos pensamientos no quiere decir que lo vayáis a hacer. Esto lo sabe mucha gente, que puedes tener un pensamiento de suicidio. Es súper común. Y que no tengas ni idea, una idea clara de llevarlo a cabo, pero lo piensas. Entonces cuando yo ví esa sensación, y luego como que ves negatividad donde no existe, relaciones y tal, era una rayada, entonces me dí cuenta que tenía un efecto esto que no era bueno para mí, estaba volviéndome como … no sé, negativa. En el momento que me la tomaba "qué bien que hago todo, cuántas cosas puedo hacer, con un ritmo más ligerito, sin a lo mejor mirar el calendario, y me acuerdo que tengo que hacer esto, me acuerdo de que …" pero luego el bajón era muy malo, muy malo, fatal. Por eso cambiamos a la otra, Estratera creo que era, algo así, sé que me dijeron que era de origen italiano y que había salido hacía poco y no sé qué, total que la probé también y otro tanto de lo mismo: también los primeros días bien pero me dí cuenta que en el momento que pasa el efecto de la pastilla el bajón es de caerme a los abismos. Son un bajón mental brutal que te das cuenta que es la medicación, que no … Entonces lo pasé muy mal y lo dejé. Y la última que es la Rubifen. Pues el Rubifen lo que pasa es que … el Rubifen es, creo que es, una anfetamina o algo así. La verdad es de lo que mejor me sentó. Sí, es lo que mejor me sentó, pero había algo que no me gustaba, no sé, era más suave. Me sentó mejor pero había algo que no, no sé decir el qué, creo que me daba como un nervio en el cuerpo, como un poquito de ansiedad, entonces pensé “mira, tú ya tienes una edad”. Está bien haber estado abierta a probarlo, ojalá hubiera funcionado alguna porque yo lo deseaba, que alguna me funcionara, y no. Y aunque me funcionaba el bajón era muy grande y no me compensó, por eso la dejé. Me decían que este tipo de medicación a veces pues tienes que aguantar un poquito, pero es que si aguantaba un poquito igual me moría, o sea, no quise pasar por ahí. Esa desazón, esa depresión no. No quise. Y era la pastilla. Pero también sé, porque luego me he informado, que no actúa igual en un cerebro maduro dijéramos, que en un cerebro infantil. No tiene nada que ver.