Carmen y Domingo confiesan que tanta información diferente y el haberse sentido juzgados por la psicóloga que atiende a su hijo menor ha hecho que relativicen lo que les aconsejan.
"Psicólogos, psiquiatra, ..., cada uno te va diciendo una cosa, al final tú acabas loco, no sabes cómo hacerlo, te crees que lo haces peor porque ellos lo ven muy fácil, ellos tienen la clave sentados con el niño en el despacho, ahí tienen la clave, pero es la convivencia. La convivencia es distinta. La clave la tienen ellos sentados en un despacho y entrevistando al niño veinte minutos y haciéndole unas pruebas. Y es muy fácil decir que "el niño es de altas capacidades y que es un niño muy inteligente, que por qué no hace caso, que el fallo lo tenemos nosotros, que el fallo lo tiene el niño", pero ..."
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"Es un poco un bucle eso de los psicólogos, los psiquiatras, como que tú tienes que ir y coger de ellos lo que te interese y tú lo que tú creas más conveniente. Igual que ellos llevan las opiniones tuyas a su terreno, tú tienes que utilizar lo que a tí te convenga y lo que tú crees que es bueno. ¿Qué te ayudan? Por supuesto que te ayudan. Muchas veces me han ayudado, pero no siempre te ayudan porque sigo diciendo que lo difícil es estar en una casa conviviendo con estos niños. Y luego es un niño entrañable, súper entrañable."