Teresa dice que tanto ensañamiento con su hijo era fuente de frustración para ella.
"Todo era malo. Todo era el niño malo. El niño insultó a este, el niño se montó en la mesa, el niño me insultó, el niño … ¡todo era malo! Entonces a mí también me entra una frustración porque ¿no hay nada bueno para mi niño? Partes del colegio, partes, todo era malo. En el psicólogo me escribían …, porque del colegio iba al psicólogo. Todo era malo, no había nada que el niño no era malo, el niño lo que tiene es este problema. No, que el niño es muy bueno, que el niño tiene muy buen corazón, pero de ahí nada más."