Raquel no sólo habla de que se metían con ella sino también acerca de la manera cómo se dirigían a ella.
Más de pequeña por digamos, por el retraimiento, yo no hablaba, no, no hablaba con la gente, apenas hablaba en clase, igual me daba vergüenza pedirte un lápiz, que ya ves tú, pues a mí me daba vergüenza decirte “oye ¿me dejas un lápiz?”, o ya sea por miedo a que te rieses, o a que me dijeses que no, y pues digamos que también por eso sufrí bullying, porque como no hablaba, no…no tenía muchos amigos tampoco, pues era bastante fácil meterse conmigo, porque yo tampoco me atrevía ni a contestarles, ni…ni a nada, yo sólo me quedaba callada, y en mi mente podía pensar “te quiero matar”, pero no, no le podía decir nada, yo sólo me callaba y me iba. Lo que sí que me acuerdo, es que me daba la sensación de que a veces me hablaban como si fuera tonta. Cuando yo iba a baloncesto, había una chica que me caía muy mal, que ahora me cae muy bien, pero de pequeñas ella siempre que le tocaba jugar conmigo, en plan defenderme, o que yo la defendiese, ella siempre decía “yo con (nombre de participante) no, que…que es muy buena tal, y no quiero que me pongan con ella que me gana”, pero como si yo fuese a creérmelo, cuando yo sabía perfectamente que decía eso porque yo era muy mala y no quería ir conmigo, entonces me hablaba como si yo fuese tonta, pero como yo tampoco me atrevía ni a contestarle, ni a explicarle nada, pues como que la gente suponía que no entendía nada, entonces me hablaban como…como si nada, entonces yo igual por dentro estaba pensando, o sea, yo sabía perfectamente por qué no quería ir conmigo, pero no se lo decía, simplemente pues pasaba y ya está.