Raquel se dio cuenta de que en su caso no pedir adaptación fue un problema.
Porque esto ya me pasó en las recuperaciones, que tuve tres exámenes en un mismo día, y el primero y el segundo fueron bastante normal, pero al tercero ya vas pues con más agobio de los dos anteriores, con más estrés, como todo acumulado, y estás frente a un examen, que ya has hecho dos, que tienes la cabeza que te echa humo, entonces es muy difícil centrarte y hacer bien el examen, porque por mucho que tú intentes pensar en los ejercicios, yo sólo podía pensar en lo cansada que estaba o en las ganas que tenía de acabar, o en los otros dos exámenes si me habían salido bien o si me habían salido mal, o si estaba nerviosa, cualquier cosa menos centrarme en el examen, porque no, no podía, y pues por esto también el tercer examen que hice me salió desastrosamente mal, pero no me lo repitieron porque ya fue tarde, digamos que lo dije tarde, y me hicieron repetir, pero bueno…