Partiendo de que no están orientadas a la hiperactividad, de todas las que se han visto abocados a llevar a su hijo Marta y Daniel destacan la meditación.
M: Meditación, hípica, psicomotricidad … Desde luego que también estuvo yendo a psiquiatra privado, psicólogo privado. Eso lo descarto por completo. Hípica tampoco funcionó. Trabajar con animales no funciona, en el caso nuestro estoy hablando. Estoy hablando en el caso nuestro.
D: Sí, sí que a otras personas les puede bien …
M: Exacto, que les puede ir fantástico. Sin embargo con lo que más hemos logrado ha sido con la meditación. Con lo que más. La paz, la calma, el respirar, el hacerte conocedor de lo que es tu cuerpo, el hacerte bajar ese nerviosismo, ese estrés, a través de la respiración. A nosotros nos ha ayudado muchísimo. A nosotros y a él. Ha habido momentos que ha sido él, ha venido y ha pedido “¿oye, cuándo hacemos lo de la meditación, ahora o después?”/ “ya, si tú la quieres la hacemos ya por su puesto ¡claro!”. Para nosotros por lo menos, es lo que más nos ha funcionado pero también porque estás ofreciendo un espacio de calma, un espacio donde nadie va a agredirte, donde no te van a juzgar, simplemente vas a estar y a ser tú y lo demás no importa. Ahora mismo nosotros nos enfrentamos a una serie de situaciones que se han ido complicando. Nosotros ahora mismo estamos un poco más limitados. Por qué, porque él se niega a salir. En el caso de él ha ido evolucionando su situación a encerrarse cada vez más. No sale. No quiere estar con gente, no hay amigos, no hay conexiones, no hay mundo. Su mundo es estar aquí. Si tú quieres venir a verlo ¡estupendo! Él te saluda y vuelve otra vez a su habitación. Todo esto va creciendo, o sea, lo que empezó siendo una cosa se ha ido transformando en otra. Y esto va creciendo y a la vez que crece, gira.
D: Y va cambiando y va rotando y …
M: Y va cambiando. Entonces terapias pues te digo ha habido muchas. La psicomotricidad fue buena durante un año, después ya dejó de hacer efecto. Las terapias con la hípica, el llevarlo a montar, además no era sólo montar: limpiabas, entrabas en la cuadra, era como el contacto directo con el animal, no sólo voy monto y me vuelvo … era estar un rato ahí. Eso pudo funcionarle diez días, ya después ya no. Ya después se agotó, se cansó, ya no quiso más.
D: Se cansan muy rápido.
M: Sí.
D: Hay una cierta curiosidad por muchas actividades pero hay una evolución muy rápida.
E: ¿Falta de constancia?
D: Más que nada yo te diría que es …
M: Es falta de interés más que de constancia.
E: O sea, baja el estímulo.
M: Sí.
D: Sí, sí, ¡vamos a probar! Probamos esto un día fantástico a tope, cinco días, seis lo damos todo … siete. El día siete "ya no me gusta, no quiero”. A otra cosa.