Marta y Daniel cuentan cómo están consiguiendo más muestras de afecto por parte de su hijo: partiendo de que su rechazo hacia ella surgía porque el rechazo ha sido el principal modo de comunicarse del resto con él.
"Cómo se han visto tan rechazados que la única manera que tienen o que entienden de comunicarse es con el rechazo. Cuando se dan cuenta que a pesar de que tú me quieras rechazar yo voy a estar, ni siquiera te lo voy a tener en cuenta, no te voy a recordar “te acuerdas que hace un año yo te dije dame un beso y tú no me lo quisiste dar, pues ahora no te lo doy yo a tí”. Eso está borrado, eso está olvidado, ahora sólo están los momentos bonitos y los momentos feos, están todos, siguen estando todos ahí pero ahora podemos disfrutar de los buenos y antes no podíamos. Y eso también es reconfortante."