Carmen intenta evitar los vómitos que le causan los nervios a su hijo distrayendo su atención, tal como le recomendó la orientadora escolar.
E: Y lo habla abiertamente en casa ...
P: Sí, sí, sí.
E: ... lo que le sucede, quiero decir ...
P: Sí, sí, sí.
E: ... en el colegio. Lo que siente. Y él qué cuenta.
P: Que el corazón se le va a salir. Y que está muy nervioso, muy nervioso, y entonces se le pone ahí en el estómago como un nudo, un dolor, y entonces tiene que vomitar.
E: Y qué pautas le ha dado la psicóloga del centro.
P: El desviarle el tema. Hablarle de veinte mil cosas diferentes, nada que tenga que ver con el colegio. O “esta tarde nos vamos a ir” o “en el fin de semana vamos a hacer ..." o “fíjate que el otro día pasó…”. Cualquier cosa. Desviarle el tema.
E: Y se consigue algún efecto positivo ...
P: Pues esta mañana he conseguido que no vomitara. Hoy, jueves. Lunes, martes y miércoles ha vomitado los tres días.